viernes, 23 de agosto de 2013

La importancia de revisar tus lunares

La importancia de revisar tus lunares

Un lunar es una pequeña zona de nuestra piel, ligeramente oscurecida y por lo general de forma circular. Muchos de los lunares pueden aparecer con el paso del tiempo, aunque normalmente se forman durante la pubertad y hasta los 30 años de edad. También pueden formarse como consecuencia de factores externos como la exposición al sol o la toma de ciertos medicamentos.
Aunque la mayoría de los lunares son benignos, la vigilancia de los mismos es fundamental y es muy recomendable controlar su aspecto, tamaño y color. En caso de que alguna de estas características varíe, será necesario acudir al especialista para realizar una revisión médica y descartar la posible aparición de un lunar canceroso.
Los principales detalles a tener en cuenta son:
Forma: el aspecto habitual de un lunar es redondeado, homogéneo y con los bordes bien definidos. Si se presenta alguna alteración, irregularidad o perfil con cortes o picos, será muy recomendable revisarlo al médico especialista.
Tamaño: siempre que tenga un diámetro de hasta 5 milímetros, el tamaño del lunar estará dentro de la normalidad. En caso de aumentar su tamaño en un periodo de tiempo relativamente corto y llegase a superar los 7 milímetros, será necesaria su revisión.
Color: normalmente los lunares muestran una tonalidad uniforme de color marrón oscuro o incluso negro. Si comienza a variar y presenta alguna zona de distinta tonalidad o muestra puntitos rojos o azulados, no dudes en acudir al especialista.
La localización es otro detalle muy importante a considerar. Hay que prestar atención a todos los lunares que aparecen en las extremidades (brazos y piernas), y en las manos y los pies, especialmente en la palma de las manos y la planta de los pies.
Siguiendo unas pequeñas pautas de auto revisión, evitarás sustos innecesarios. Cuida tu piel y tu cuerpo te lo agradecerá.
Fuente: iclínicas

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