Como en todas las épocas de la humanidad, una de las primeras tareas que se han efectuado a la hora de estudiar la crisis mundial es buscar un culpable. Más bien debiéramos decir un chivo expiatorio pues, como de costumbre, las cosas no son lo que parecen. Se ha dicho que la culpa es de los ciudadanos que hemos pedido préstamos a los bancos por encima de lo que necesitábamos o que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades (curiosa expresión que me gustaría que alguien reflexionara). El caso es que se ha tratado de satanizar al ciudadano de a pie como culpable de lo que está sucediendo y, como culpable, debe pagar por lo que ha hecho mediante inhumanos planes de austeridad e impuestos que gravan hasta el aire que respiramos. Muy especialmente se ha culpabilizado a los países del sur de Europa (Portugal, Grecia, España e incluso Irlanda, que no está muy al sur, pero se la incluye).
Bancos
Hubo una época en la que el precio del dinero se encontraba en su nivel más bajo conocido y, los bancos, animaban a sus clientes a pedir más de lo que necesitaban. Hasta tal punto llegó este asunto que algunas entidades no ofrecían menos de una cantidad determinada por mucho que el ciudadano dijese que necesitaba menos. "Y así amuebla usted la casa y se compra un coche nuevo", solían ser los argumentos de estas entidades. Bancos y Cajas que, con el tiempo, han tenido verdaderos agujeros negros en sus cuentas. Y, de forma contraria a lo que dicta la lógica, en lugar de dejar que se hundan por su mala gestión (recordemos que un banco es una entidad privada y nadie salva a otro tipo de entidades privadas de la ruina) se les han proporcionado rescates económicos masivos de obscenas cantidades de dinero que, en muchas ocasiones, seguían sirviendo para poder pagar los pluses y premios económicos de sus directivos. Premiados por hundir una entidad bancaria. ¡Bravo,magnífico!
Impuestos y tasas
Desde muchos de los gobiernos europeos actuales se trata de combatir la crisis disparando los impuestos (como el aumento del IVA del 16% al 21%, creación de tasas como la Recogida de Basuras ya incluida en el Impuesto de Bienes Inmuebles, y otras fórmulas disparatas como el aumento en las multas de tráfico). Tales medidas sólo han tenido un efecto real sobre las arcas del Estado: la disminución de los ingresos. Como contrapartida, los gobiernos siguen aumentando la presión fiscal y el resultado sigue siendo el contrario al esperado: se ingresa aún menos dinero. ¿El motivo? Muy evidente: el ciudadano ya no tiene más dinero que poder aportar a unas exiguas arcas públicas que en lugar de usar el dinero de los rescates europeos para medidas sociales y de fomento del trabajo, se lo ha dado los Bancos. No vamos a entrar en los motivos en este momento, pero recordemos que el dinero tiene muchos amigos y los gobiernos tienen también muchos favores que pagar.
La Segunda Guerra Mundial
Con Europa arrasada hasta los cimientos, una tasa de paro elevadísima y sin dinero para comer, la situación de nuestro continente al finalizar la peor contienda que ha conocido la humanidad era caótica. En ese momento sí que existía una verdadera crisis económica que dejaba la que estamos sufriendo ahora a la altura de un mal chiste. ¿Qué medidas fueron las que se adoptaron para salir de esta situación? Veámoslas:
1 - Las inyecciones económicas de Estados Unidos fueron empleadas en todos los sectores productivos, no en rescatar bancos que en aquél entonces (y nunca) no producían nada.
2 - Se recortó la jornada laboral para que los trabajadores tuvieran más tiempo libre para salir de compras y a realizar gastos.
3 - Se aumentó el sueldo a los trabajadores para que, junto con el tiempo libre del que disponían, comenzara un ciclo generador de riqueza.
4 -Se redujo la presión fiscal hasta un punto perfectamente sostenible con la idea de que el Estado no se llevase los escasos recursos de los trabajadores.
Y ya. Fácil, ¿no? Pues si funcionó tras la caída de la bomba atómica, ¿por qué no iba a funcionar hoy? ¿Por qué quieren hacernos sentir culpable de una crisis que no ha sido causada por los ciudadanos que sólo quieren poder trabajar y pagar sus facturas? ¿Por qué la clase política y la clase noble no ayudan con un mayor aporte? Recordemos la Constitución: según el principio de progresividad del Sistema Tributario Español: "Cuanta más capacidad económica tenga una persona, más tributos pagara de forma progresiva". ¿Para cuándo vamos a empezar a cumplir la "sagrada" Carta Magna?
Fuente: Quinta Columna
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