sábado, 11 de mayo de 2013

Calambre muscular: causas, prevención y tratamiento


El calambre muscular es una contracción o espasmo involuntario y súbito de un músculo o de un grupo muscular. Lo más frecuente es que se presenten durante o después de un ejercicio y en algunas ocasiones por la noche. Suelen durar entre unos segundos y algunos minutos y se acompañan de dolor. El músculo afectado se vuelve muy visible y duro.

CAUSAS

  • Ejercicio prolongado o sobre uso de un músculo. Se pueden producir por un cambio en la estructura del músculo tras un gran esfuerzo. El músculo puede terminar, tras el ejercicio, con pequeñas roturas en sus fibras. Un músculo que ha trabajado por encima de sus posibilidades está en déficit de oxigenación lo que conlleva una acumulación de ácido láctico.
  • Deshidratación. La pérdida de líquido en el organismo por un esfuerzo fuerte o por un tipo de clima cálido.
  • Falta de minerales. A causa de una sudoración excesiva se pierde sal (cloruro de sodio). Niveles bajos de calcio, potasio y magnesio (iones que intervienen en el proceso neuromuscular de la contracción) predisponen también la aparición de calambres musculares, falla la transmisión del impulso nervioso impidiendo que el músculo se relaje.
  • Alteraciones en la circulación. Escasa circulación sanguínea en ese músculo o grupo muscular, bien por calzado o calcetines muy ajustados o por ejercicio en agua fría.
  • Afecciones neurológicas. Alteraciones de los nervios y de la conducción nerviosa por algún atrapamiento de la raíz a nivel medular.
  • En las embarazadas. El bebé absorbe mayor cantidad de nutrientes y deja a la madre una cantidad menor de la que ella necesita. También puede influir que la madre no esté ingiriendo la cantidad de líquido apropiada.

PREVENCIÓN

  • Buen entrenamiento, calentamiento y estiramientos previos al ejercicio.
  • Beber agua a lo largo de todo el día.
  • Llevar una dieta variada y con alimentos ricos en calcio, potasio y magnesio (consultar antes al especialista en nutrición).

TRATAMIENTO

  • Cuando comience el calambre hay que llevar el músculo o grupo muscular afectado al estiramiento, es decir, al lado contrario al de la contracción que está sufriendo. Se debe mantener hasta que ceda el espasmo.
  • Masajear el músculo.
  • Aplicar calor o agua tibia para provocar una vasodilatación y un aporte de nutrientes al músculo.

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