lunes, 27 de mayo de 2013

Antes de empezar a correr, visita al médico

¿Cómo debe ser una revisión médica deportiva?

Antes de empezar a correr, visita al médico

Antes de empezar, es imprescindible un chequeo médico, pero ¿qué tipo de revisión médica hay que hacer? ¿Qué aspectos hay que controlar?

Lo primero que debe hacer un/una deportista antes de empezar a entrenarse con cierta regularidad para conseguir un objetivo determinado es realizar una completa revisión médico-deportiva que incluya:
Analítica completa, para descartar factores que puedan influir sobre el rendimiento deportivo, como anemias o niveles elevados de ácido úrico (que pueden comportar lesiones de tipo muscular y tendinoso), entre otros. Es importante que la analítica mida específicamente el nivel de ferritina (depósitos de hierro).

- Estudio cardiovascular (CV) y respiratorio (R), que incluya un estudio electrocardiogràfico y de la tensión arterial para descartar una reacción hipertensiva tras el esfuerzo. Los dos estudios CV y R deben realizarse en reposo, en esfuerzo (valoración funcional para comprobar cómo se adapta el corazón al ejercicio) y tras el esfuerzo. Además una ecocardiografía que complemente a la exploración cardiovascular. La ecocardiografía nos muestra si la estructura cardíaca es normal, cómo circula la sangre, el estado y funcionamiento de las válvulas del corazón, el grosor del músculo cardíaco y  puede detectar algunas patologías de tipo mitral, aórtico, y la miocardiopatía hipertrófica, causa de muerte súbita en corredores de larga distancia.  No hay que ignorar algunas señales que pueden indicar que un deportista tiene un riesgo elevado de padecer un problema cardíaco, tales como desmayos durante la práctica deportiva, sensación de mareo, palpitaciones o antecedentes familiares de muerte súbita a edades tempranas, etc., a pesar que la mayor parte de casos de muerte súbita se producen sin  previo aviso, por lo que lo más aconsejable es la realización de chequeos de forma regular.
- Prueba de esfuerzo, en cinta rodante, nos permite determinar cual es el estado general de entrenamiento en un momento determinado y conocer algunos parámetros interesantes (umbrales aeróbico y anaeróbico, consumo máximo de oxígeno, dinámica de la recuperación tras el esfuerzo, etc.) para luego poder hacer una buena prescripción del entrenamiento.  A partir de la prueba de esfuerzo, aunque también es factible mediante otros procedimientos, se pueden establecer las diferentes zonas o niveles de intensidad de entrenamiento.
- Estudios cineantropométrico, de la flexibilidad general, postural y biomecánico nos darán información respectivamente sobre el porcentaje de grasa, músculo y óseo y cual debe ser el peso ideal del corredor ó corredora, de la posibilidad de padecer algunas lesiones por déficits de flexibilidad, de algunas alteraciones ortopédicas referentes a la columna vertebral, caderas, rodillas, de si existe un apoyo incorrecto de los pies que pueda provocar lesiones por sobrecarga y de la dinámica de la  técnica de carrera para optimizarla corrigiendo aspectos específicos.



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