miércoles, 22 de mayo de 2013

LA PUNCIÓN SECA


LA PUNCIÓN SECA


La Punción Seca (PS) es una técnica de fisioterapia invasiva. Esto quiere decir, que el agente físico, atraviesa la piel del paciente para el tratamiento de la patología. El agente físico en esta técnica, es el estímulo mecánico que provoca diferentes tipos de aguja. 
Se denomina “Seca” porque no es una infiltración, es decir, no se introduce en el organismo ningún agente químico, como anestésicos, antiinflamatorios, toxina botulínica… La PS se emplea normalmente para el tratamiento del Síndrome de Dolor Miofascial (SDM). Se conoce al SDM como el conjunto de signos y síntomas producidos por los Puntos Gatillo Miofasciales (PGM), siendo estos; dolor (normalmente referido), restricción de la movilidad, debilidad muscular…
Un PGM, es una pequeña contractura muscular causada por alteración en la placa motora (La placa motora es el lugar de unión del nervio motor con el músculo, es decir donde se conecta el cable que manda la información de contracción muscular o no, a la musculatura. El enchufe. El proceso de paso de información del nervio al músculo es complejo, hay reacciones químicas, etc… una alteración en la placa base puede provoca los PGM). Esta contractura muscular provoca la aparición en el músculo de Bandas Tensas (BT), las cuales son palpables.
Los PGM pueden ser activos o latentes. 
Los activos provocan dolor espontáneo, mientras que los latentes no, pero ambos pueden provocar debilidad muscular, restricción de movilidad…se diferencian en el dolor. En función de su localización los PGM pueden ser centrales, si se encuentran en la zona media, aproximadamente, de las fibras musculares, o insercionales, si se encuentran en la unión miotendinosa o tendón.
 Es importante también distinguir entre un PGM clave o secundario. Los PGM clave activan otros PGM, luego hay que darlos prioridad a la hora de tratarlos.
Es muy importante diferenciar dos fases en el tratamiento del SDM. Una primera fase centrada en el tratamiento del dolor y en la desaparición de los PGM. (Aquí entra la Punción Seca como técnica para este fin). Y una segunda fase en la que se intenta eliminar todos aquellos factores que originaron la aparición, o que perpetúan, los PGM culpables de la sintomatología del paciente.
La PS, se centra en la eliminación de los PGM, y como consecuencia en el tratamiento del dolor. Hay varias formas de clasificar la PS, pero la más extendida es diferenciar la PS superficial o PS profunda. Con la PS superficial, la aguja no llega al PGM, se queda en los tejidos adyacentes. La aguja atraviesa piel, tejido subcutáneo, y los últimos estudios recomiendan llegar al músculo a tratar, de forma superficial. Hay varias técnicas de distintos autores de manipulación de la aguja, en las que no nos vamos a centrar. Los mecanismos analgésicos de esta forma de PS son distintos que la de la PS profunda, pero no por ello menos efectivos. En la PS profunda la aguja atraviesa el PGM. De esta forma nos aseguramos la eliminación del mismo, y por consiguiente la reducción de la sintomatología que este originaba.
Es una técnica que da muy buenos resultados a corto plazo. Su efectividad es comparable con las infiltraciones, pero siempre y cuando se consiga la respuesta de espasmo local (contracción, espasmo) en la zona del punto gatillo.
Tiene el inconveniente que es una técnica que provoca cierto dolor, y que queda un dolor postpunción similar al dolor que provocan las agujetas. Es importante combinar la PS con otras técnicas de fisioterapia, para poder aprovechar y aumentar su eficacia, y también para minimizar el dolor postpunción.
Como he comentado antes además de tratar los PGM, hay que tratar los factores que originaron o perpetúan a los mismos. Aquí el tratamiento es muy variado, e incluso interdisciplinar.
No sirve de nada eliminar los PGM del cuádriceps, por ejemplo, si no estudiamos y corregimos todos aquellos factores que nos pudieron originar que apareciesen los PGM en dicho músculo, o los factores que los mantienen.
Si extrapolamos todo esto al atletismo amateur, veremos que es frecuente encontrar corredores con PGM activos sobretodo en la musculatura del tren inferior. Cuádriceps, isquiotibiales, gastrocnemios (gemelos), soleo, aductores…¿Por qué?. Hay que tener en cuenta que la musculatura de un corredor sufre mucha tensión prolongada en el tiempo, además de los picos de intensidad que existen a la hora del impacto que se produce al chocar el talón o antepié con el suelo.
Si ha esto le sumamos que la carga de entrenamiento es elevada con respecto al nivel físico del practicante, que no se respetan bien los descansos, no se hace un trabajo de estiramiento y flexibilidad de la musculatura (tenderá a sobrecargarse y acortarse), que no se hace un trabajo de tonificación y fortalecimiento de la musculatura principal y accesoria para equilibrar fuerzas y tensiones, que el material utilizado sea o no correcto, el terreno por el que se entrena, el ritmo de vida diario, el puesto laboral que desempeña el sujeto, los gestos en la carrera, la alimentación….
Todo esto y más son factores que pueden hacer aparecer PGM y mantenerlos si no se corrigen. El terapeuta decide aplicar PS para eliminar los PGM que están provocando una sintomatología negativa en el corredor. Pero ahí no acaba la cosa. Con eso no basta. No consiste en pinchar, eliminar y ya está. Hay que estudiar y valorar por dónde ha podido venir el problema. Si es cuestión de no estirar y flexibilizar, si hay mucha carga de entrenamiento, si tiene un tipo de pisada que le perjudica, si se respetan los descansos…porque si no se corrige el origen o todos aquellos factores perpetuadores, los PGM volverán a aparecer, y el problema no se resolverá.
Esta técnica apenas tiene contraindicaciones, y más bien son relativas. Hay que tener mucho cuidado en personas embarazadas, (mejor evitar la punción), con problemas de coagulación, hipotiroidismo (riesgo de mioedema), niños, fobia a las agujas, inmunosupresión (riesgo de infección).
Los peligros que presenta son evitables siempre y cuando se tomen las precauciones necesarias. Estos peligros pueden ser neumotórax, hemorragia, lesión nerviosa, síncope vasovagal, mioedema…
Las complicaciones se pueden reducir al dolor postpunción, dermatitis por alergia a  algún componente de la aguja, espasmo muscular.

Tener en cuenta que la PS sirve como tratamiento cuando el daño ya está hecho. No sirve como prevención. Por eso hay que evitar la aparición de PGM. Adaptar el entrenamiento a la persona, no la persona al entrenamiento.








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