sábado, 18 de mayo de 2013

Protocolo para superar la fascitis


Protocolo para superar la fascitis.

Hay una cosa que debemos tener clara como deportistas activos: El dolor es una advertencia. Algo va mal. Hay diferentes grados de dolor, los que te permiten continuar con tu rutina y  los que no te dejan seguir adelante. Muchas veces los dolores que parecían una pequeña molestia se traducen en graves lesiones y otras veces no. No soy medico ni lo pretendo. Con este pequeño párrafo solo quiero dejar claro una cosa. Lo más importante que puede hacer un deportista es dejarse guiar por quien sabe de lo que habla, en este caso lo médicos.

Después de esto os dejo un consejo: cuando aparece el dolor durante el entrenamiento lo mejor es frenar el ritmo un poco. Durante tiradas larga pueden sucederse los dolores pasajeros. Si aparece alguno más agudo se debe parar, se estira, se relaja la zona y se continúa. No somos Superman. No parar 2 minutos durante un entreno puede suponer días de reposo obligado. ¿Para qué tanto riesgo?
 El principal síntoma de la fascitis plantar es un dolor agudo en la planta del pie. En mi caso desde el talón hasta la zona media. La sensación era como andar sobre cristales ardiendo. Es muy molesto y muy doloroso.
La bici y la natación son buenas amigas de los lesionados en el atletismo. Siempre hay que tenerlas presentes. Y por supuesto hielo. Los primeros dos días hay que ponerse hielo 3 veces durante 15 minutos. Pero lo más importante es visitar a un especialista. Es el quien te puede indicar que debes hacer y como y,poder derivarte a un masajista de confianza. La supervisión de un médico es vital para no hacernos más daño y la manipulación debería ser por parte de un masajista.

Primero: Coge una botella de plástico y la llenas de agua (3 cuartas partes) y la metes al congelador. Cuando este helada con el pie descalzo o con un calcetín hacemos rodar la botella con la planta del pie.
Segundo: Estirar. Lo puedes hacer en el extremo de un escalón, con la punta del pie baja lentamente los talones hacia abajo sin doblar las rodillas para conseguir una extensión mayor. También puedes realizar otro ejercicio con el mismo propósito: Coloca las manos contra una pared y mantén la pierna posterior recta. Luego, apoya los talones firmemente sin despegarlos. Haz lo mismo con la pierna posterior flexionada.
Tercera: Levanta los dedos del pie, principalmente el primero, estirando la planta. Puedes realizar este ejercicio usando una toalla para ayudarte a tirar de los dedos de los pies hacia arriba.

Es importante entender que realizar estos ejercicios si estamos atravesando una fascitis aguda puede empeorar la situación. Lo que debemos hacer siempre es visitar a un medico especialista y dejarnos en manos de un buen masajista deportivo.
Salud y suerte.



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