Historia del masaje terapéutico
Cuando hablamos de la historia del masaje terapéutico nos podemos remontar a la misma historia del ser humano. ¿Qué hay más instintivo que llevarnos las manos a una zona dolorida del cuerpo? En la prehistoria, al igual que el homo sapiens urbanita de pleno siglo XXI, también lo hacían. Por tanto, aclaremos que el masaje para aliviar el dolor es tan viejo como la humanidad.
Dejando claro ese primer punto, vamos a adentrarnos en las primeras referencias escritas que tenemos en la historia de utilización del masaje terapéutico. El Libro Blanco de Kong Fou, escrito en China hace nada menos que unos 4.500 años, se considera el primer tratado de masaje de la historia. Trataba sobre recomendaciones para realizar masajes, respiraciones y gimnasia con fines terapéuticos. De hecho, en China, hacia el año 500 a.C., ya se aconsejaba abiertamente la práctica del masaje, la acupuntura, la moxibustión (una terapia que usa la altamisa o artemisa prensada en forma de puro y que, al quemarse, se acerca a la piel del paciente para entibiar determinadas regiones) y las prácticas herbolarias.
En Egipto también se aplicaban los masajes con fines terapéuticos, tradición que luego llegó a Grecia (sobre todo para mejorar el rendimiento y la condición física de los atletas) y a Roma (donde se utilizaba como un acto paralelo al baño).
En la Edad Media todo lo que tenga que ver con la ciencia pasó por una época de lo más oscura. Y si hablamos de una ciencia aplicada sobre el cuerpo humano, más aún, pues el cuerpo se consideraba algo pecaminoso en aquellos siglos. ¡Cómo se les iba a ocurrir entonces dar un masaje!
Por suerte, tras la oscuridad medieval, llegó el Renacimiento. En esta etapa de la historia, como ya saben, se volvieron a leer todos los tratados griegos y romanos. Y como entre ellos se hallaba alguno que hablaba de los beneficios del masaje terapéutico, pues hala, a masajearnos otra vez el cuerpo, que buena falta nos hacía.
A partir de entonces, cada vez más médicos y especialistas fueron aceptando los beneficios del masaje terapéutico en la prevención y curación de múltiples dolencias. Hoy día, son innumerables las pruebas científicas que tenemos de las mejoras de los pacientes tras recibir este tipo de terapias. ¿Cómo nos íbamos a equivocar una civilización tras otra al afirmar que no hay nada mejor contra las contracturas y el estrés que un buen masaje?


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