domingo, 2 de junio de 2013

El cansancio del corredor ¿podemos controlarlo?

El cansancio cuando corremos es un estado que experimentamos todos los corredores, no por ser un deportista de élite dejas de sentir la fatiga producida por un deporte altamente intenso. Correr se trata de un ejercicio en el que exigimos a todo nuestro cuerpo a moverse durante un periodo largo de tiempo a un ritmo alto que nos produce un aumento de pulsaciones. Todos los corredores hemos sufrido fatiga, pero el problema surge cuando nos cansamos demasiado pronto o en circunstancias que no tendríamos que sentirlo.

Para combatir el cansancio, además de conocernos a nosotros mismos, cómo reaccionamos a cada sesión de entrenamiento, debemos tener en cuenta unos factores elementales:

• Plan de entrenamiento personalizado: cada persona es distinta físicamente, por ello cada corredor debe tener adaptado un plan de entrenamiento, en función de sus necesidades y de su progresión.
No es necesario ser un experto entrenador, para conseguir realizar un programa equilibrado, que nos permita progresar adecuadamente en nuestro objetivo. Es fundamental tener unos conocimientos básicos pero bien cimentados, y ser objetivo con nuestro físico actual.
Nuestro plan de entrenamiento si es equilibrado, objetivo y progresivo, en la mayoría de los casos, evitará el cansancio como estado natural. Es normal encontrarse cansado después de una sesión pero no pasadas unas horas. Esto nos querrá decir que tal vez nos encontremos al menos un peldaño por encima de nuestras posibilidades, debiendo revisarlo.
• Conocerse a sí mismo: debemos saber separar lo que es el cansancio normal del atípico. En muchas circunstancias es difícil reconocer esa frontera, por ello con el paso del tiempo, nos iremos formando en cada sesión como corredor habitual, llegando a conocer y a escuchar a nuestro cuerpo.
Es fundamental no forzar nuestro estado físico hasta sobrepasar nuestros propios límites. Fatigarse por fatigarse no tiene ningún sentido pudiendo llevarnos a un cansancio crónico que nos producirá alguna lesión que nos apartaría de nuestro objetivo.
• Respetar los ritmos y las distancias: para evitar el cansancio, aunque parezca elemental, debemos mantener la mente fría en cada sesión de entrenamiento para mantener el ritmo constante, en el caso de correr distancia, o la velocidad marcada en las sesiones de series y cambios de ritmo.
En muchas ocasiones, es normal acelerarse, cuando entrenamos, por encantarnos cada vez mejor, pero debemos ser conscientes que la progresión es un camino lento hacia el éxito.
• Chequeo médico periódico: cuando comenzamos la temporada, es de vital importancia realizarse un reconocimiento médico o incluso alguna prueba de esfuerzo, donde desde una manera objetivas sabremos en que situación física nos encontramos.
Durante la temporada, existen fases de altibajos, producidas bien por alguna enfermedad como una simple gripe, o incluso ir más allá. Por eso debemos de acudir a un especialista al menos síntoma de cansancio o fatiga, donde a través de unos análisis de sangre observará si nos hace falta algún tipo de complejo vitamínico.
Es indispensable tener una vista muy objetiva y clara de lo que estamos haciendo y, si aparece el menor síntoma de cansancio, tanto físico como psicológico, deberemos descubrir cuáles son sus causas.


Por: Javier Martínez 
Correr.es




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