viernes, 6 de septiembre de 2013

Principales beneficios de hacer abdominales para corredores

Principales beneficios de hacer abdominales para corredores

Conozcamos los principales beneficios de hacer abdominales para corredores

Cuando un corredor/a se dispone a calzarse las zapatillas por primera vez suele pensar en cuáles son los beneficios que le reportará la carrera en sí. Además de esto deberá tener en cuenta si dispone de una buena forma física y de los ejercicios que debe hacer previamente para estar preparado para la carrera. Hoy os contaremos algunos de los beneficios más relevantes del trabajo del core para corredores, o lo que es lo mismo, el entrenamiento de abdominales.
Todos y cada uno de nosotros nos hemos planteado alguna vez si tenemos la forma física adecuadapara iniciarnos en alguna actividad. Para ello existen diversos test que nos indicarán este hecho de la forma más exacta posible. Sin embargo, no hay que ser un lince para saber que para comenzar en el mundillo del running deberemos trabajar bien nuestro cuerpo y darle duro a todas las partes, ya sean piernas, cadera, tobillos, hombros y tronco. En este última zona vamos a centrarnos hoy, ya que los abdominales son parte importante en el entrenamiento de corredores.
Hoy tenemos preparada una lista con los cinco beneficios más destacados que debe tener en cuenta toda persona que se inicia en la carrera. Para trabajar el cuerpo y la carrera en sí, los ejercicios más beneficiosos son los de cuestas y machacarse algunos grupos musculares en el gimnasio. Así conseguiremos una mayor resistencia cardiopulmonar y gran fuerza en el tren inferior para superar los obstáculos de las famosas pájaras que a todos nos han llegado en alguna ocasión.
  • Respiración más limpia: Cuando ejercitamos los abdominales conseguimos expulsar una mayor cantidad de aire de los pulmones, esto evita que en su interior quede aire pobre en oxígeno. Con ello se consigue aumentar la cantidad de espacio libre para que entre aire limpio, generando, de este modo, una respiración mucho más limpia y rica en oxígeno.
  • Organismo equilibrado: Nuestra zona lumbar suele conseguir desarrollarse mucho más que la abdominal, por ello si trabajamos y evolucionamos nuestra parte frontal del tronco conseguiremos un equilibrio en este sentido. Tendremos así ambas zonas con una fuerza más ecuánime y nuestro cuerpo no tenderá, en ningún momento durante la carrera, a inclinarse hacia delante o hacia atrás. Podremos evitar, de este modo, problemas de escoliosis u otras dolencias en la zona lumbar.

    Órganos protegidos: Todos tenemos órganos en nuestro interior y un core mucho más reforzado ayudará a proteger estos miembros tan determinantes para nuestro bienestar. En la zona abdominal estamos, no sé si por desgracia o por bendición, desprovistos de estructura ósea, y nuestra única ‘jaula’ que puede hacer de escudo para los órganos son los músculos abdominales.
  • Adiós dolores de espalda: Los corredores suelen sufrir lesiones en la espalda, ya sean lumbalgias, cervicales, dorsalgias, etc., pero en la mayoría de las ocasiones estas dolencias vienen dadas por una pobre o pésima musculatura en la zona abdominal. Para trabajar éstos e influir en una mejora de alguna de estas dolencias hay que elegir bien qué tipo de ejercicio de abdominales realizar, ya que podremos escoger entre los oblicuos o el trasverso del abdomen, además de tener que conocer la técnica y ritmo de respiración que debemos seguir en todo momento.
  • La fuerza guiada: Debemos evitar que nuestra columna cargue con todo el peso de mantener el equilibrio corporal. El tronco se desestabilizará durante cualquier ejercicio si la zona abdominal no está bien trabajada y las espalda sufrirá dolencias inoportunas. El trabajo para equilibrar abdomen y lumbar, como hemos indicado más arriba, conllevará a una mejor postura corporal, a mantener el cuerpo más erguido y a descargar de todo el trabajo a la columna durante una carrera.
Como consejo que os doy a vosotros, nuestros lectores, os voy a indicar cómo realizar las abdominales más simples pero efectivas de la manera más correcta:
  1. Debemos colocarnos boca arriba con las rodillas semiflexionadas, formando 90 grados.
  2. Durante la primera fase, la de levantar el tronco, debemos realizar la espiración (soltar el aire).
  3. Una vez arriba, mantener un par de segundos y bajar suavemente sin tocar el suelo con la espalda.
  4. Únicamente la zona lumbar debe estar en contacto con el suelo en todo momento.
  5. Hay que vigilar que no forzamos demasiado y que el dolor no aparece en ningún momento. Si es así, terminar la actividad.
    Fuente: Sportadictos

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